He
elegido este libro porque aparte de explicarnos el envejecimiento y la
movilidad, nos habla de las consecuencias que las personas mayores pueden tener
a partir de dicha alteración de la movilidad, así como las causas de la
inmovilidad.
Actualmente,
la actividad física realizada con regularidad puede reducir la morbimortalidad,
especialmente la cardiovascular, aumentar la expectativa de vida y mantener la
independencia funcional. La capacidad de movilización es un indicador del nivel
de salud del anciano y de su calidad de vida, ya que determina el grado de
dependencia.
El
anciano inmovilizado es un paciente de alto riesgo para la aparición de
complicaciones médicas, dependiente de las actividades básicas de la vida
diaria y candidato a la institucionalización.
El
“síndrome de inmovilidad o desacondicionamiento” es un problema geriátrico
caracterizado por una reducción marcada de la tolerancia al ejercicio,
progresiva debilidad muscular y en casos extremos pérdida de los automatismos y
reflejos posturales que imposibilitan la deambulación. Dentro de la inmovilidad
podemos distinguir la relativa,
aquella en la que el paciente lleva una vida sedentaria pero es capaz de
moverse mínimamente, o la absoluta,
en la que el paciente de mantiene encamado, siendo muy limitada la variabilidad
postural.
Hay
una relación entre envejecimiento y movilidad, ya que con el envejecimiento se
producen cambios fisiológicos, que dan lugar a una debilidad muscular y cierta
resistencia a la movilidad articular. Éstas a su vez pueden producen una menor
actividad física, cerrándose así un círculo vicioso que conduce a la
inmovilidad. Hay otros cambios que también influyen como son la disminución de
la agudeza visual, la disfunción vestibular, la sensibilidad propioceptiva y
vibratoria, así como la velocidad de conducción nerviosa y ciertas respuestas
postulares reflejas.
Posteriormente,
nos habla de las causas de la inmovilidad, como pueden ser enfermedades
reumatológicas, neurológicas, cardiovasculares, respiratorias y neoplasias en
fase terminal, pero la causa principal es el encamamiento por convalecencia
tras procesos agudos, sobre todo en caso de hospitalización. También los
trastornos de la marcha, entre otras causas.
En
cuanto a las complicaciones asociadas podemos encontrar repercusiones en el
sistema musculoesquelético, sistema nervioso central, sistema cardiovascular,
sistema respiratorio, aparato digestivo, sistema genitourinario, alteraciones
metabólicas y hormonales, alteraciones cutáneas así como alteraciones
psicológicas.
Para
hacer una valoración del paciente inmovilizado esta debe incluir una minuciosa
anamnesis y una exploración sistemática completa y el grado de deterioro
funcional.
Por
último, nos dice que en cuanto al tratamiento lo mejor es una prevención
precoz. Pero siempre hay que llevar a cabo un reentrenamiento sobre todo si se
debe al desuso, que consiste en varios escalones, encamamiento, sedestación en
el sillón, bipedestación, deambulación y finalmente programa de mantenimiento. Y
también puede ayudársele mediante ayudas técnicas.