BIBLIOGRAFÍA: Fontecha Gómez BJ. Valoración geriátrica:
visión desde el Hospital de Día. Rev Mult Gerontol [en línea] 2005 [fecha de
acceso 19 de octubre de 2012]; 15(1): 23-25. URL disponible en: http://www.cvirtual.org/sites/default/files/siteuploads/document/u16/valoracion_geriatrica_hospital_dia.pdf
He
elegido este artículo porque considero que explica de manera apropiada y
correcta todo sobre la Valoración Geriátrica Integral, definiéndola
adecuadamente así como en su uso en los
Hospitales de días.
En
primer lugar, nos define la Valoración Geriátrica Integral como la herramienta
básica y fundamental de priorización de problemas e intervención en la atención
al anciano frágil. Independientemente de cuál sea el nivel asistencial, permite
un análisis exhaustivo de las capacidades físicas, funcionales, del estado
nutricional, de los órganos de los sentidos, del estado de ánimo y del entorno
sociofamiliar. Tiene en cuenta las necesidades, la voluntad y los deseos del
paciente. Podemos coordinarnos entre los diferentes profesionales de la salud y
niveles asistenciales para priorizar el abordaje de los problemas de salud y
ofrecer una asistencia de calidad.
Los
hospitales de día geriátricos tienen como objetivo el alta precoz hospitalaria,
prevenir los reingresos y mantener en la comunidad a pacientes frágiles con
necesidades de tratamientos complejos y de rehabilitación.
A
continuación, las políticas sanitarias encaminadas a mejorar la eficiencia y
optimizar los recursos, han potenciado la atención ambulatoria, y han
contribuido a la implantación de “hospitales de día” y unidades diseñadas a la atención
de patologías específicas. Entendiendo como hospitales de día, una unidad de
atención ambulatoria que atiende a pacientes ancianos frágiles para realizar
valoración diagnóstica especializada, rehabilitación integral, etc.
Independientemente,
de la unidad asistencial de la que hablemos, el énfasis de la Geriatría es la
mejora de la calidad en la atención de los pacientes, mediante la Valoración
Geriátrica Integral (VGI), que es el screnning sistemático desde los cuatro
niveles clásicos de aproximación a los pacientes con fragilidad (médico, funcional,
afectivo y social) y la coordinación entre los diferentes profesionales, que
genera las sinergias de dicho grupo de población de riesgo.
Por
otro lado, el dinamismo en los cambios en el estado de salud y el entorno del
paciente, motiva discusión en dos niveles. El primero, en quién es el equipo de
referencia, siendo radicado en Atención Primaria de Salud, y segundo, dónde y
cuándo desarrollar la VGI. Pero ésta no debería ser patrimonio exclusivo de ningún
nivel asistencial, ni, por otra parte, la falta de conexión entre niveles
asistenciales, conducir a repetir valoraciones que ya han sido realizadas
anteriormente.
La
eficacia de la VGI queda patente en la revisión de Forster, en la que no
encuentra diferencia entre hospital de día con otros modelos de atención
ambulatoria. Por el contrario, los pacientes atendidos en el hospital de día
presentan menor mortalidad y deterioro funcional, menos hospitalización e
institucionalización.
Para
concluir, nos recuerda la importancia de los test y las herramientas empleadas,
ya que según Baztán y cols, se requieren instrumentos de medida más sensibles y
deben tener en consideración la situación afectiva y el grado de satisfacción de
los pacientes y de sus cuidadores. Ya que como hemos podido ver en el ejemplo
del Hospital de Día de Hospitalet de Llobregat, los test clásicos de
independencia funcional y trastorno cognitivo (Barthel y Pfeiffer) no mostraban
mejoría significativas entre el momento del ingreso y del alta.