Con bastones y a lo loco !!!: Bibliografia 6

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sábado, 10 de noviembre de 2012

Bibliografia 6

BIBLIOGRAFÍA: Real J T, Ascaso J F. Hipertiroidismo en el anciano. Med Clin [en línea] 2002 [fecha de acceso 7 de noviembre del 2012]; 118 (20): 784-787. URL disponible en: 

 

HIPERTIROIDISMO EN EL ANCIANO.


Las enfermedades tiroideas son muy prevalentes en el anciano, pero su diagnóstico y tratamiento difiere de los estándares establecidos en la población de mediana edad, debido a las modificaciones que conducen a cambios morfológicos y funcionales del tiroides que dificultan la interpretación de las pruebas diagnósticas. A estos cambios se unen las alteraciones que sobre la función tiroidea tienen otras enfermedades intercurrentes, no tiroideas, muy frecuentes entre los ancianos, y las interacciones farmacológicas. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad tiroidea son diferentes, atípicas, lo que dificulta su diagnóstico. Por otra parte, tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo no tratados aumentan la morbilidad por el agravamiento de enfermedades cardiovasculares coexistentes, muy prevalentes en los ancianos. Finalmente el tratamiento puede aumenta el riesgo de complicaciones en el anciano.
El hipertiroidismo en ancianos tiene una prevalencia variada. Las causas más frecuentes son el bocio multimodular tóxico debido a una ingestión baja de yodo, la enfermedad de Graves por elevado consumo de yodo, y el adenoma tóxico por la toma de yodo contenido en fármacos como el amiodarona.
En cuanto a manifestaciones clínicas, suelen estar ausentes, pero las más frecuentes son las cardiavasculares (taquicardia, angina o insuficiente cardíaca congestiva y fibrilación auricular), neurológicas y musculares (apatía y síntomas miopáticos, depresión, letargia, agitación y ansiedad, demencia y confusión), en la digestivas suele haber una pérdida de apetito. En los casos por enfermedad de Graves, las manifestaciones oculares típicas no suelen aparecer, en cambio cuando aparecen son más graves y de peor evolución. Y en los bocios multimodular puede observarse extensión intratorácica, disfagia, disnea y disfonía. Además, la exploración clínica del tiroides es dificultosa por la cifosis. En el hipertiroidismo aumenta la pérdida de masa ósea elevando el riesgo de osteoporosis y fracturas.
Respecto al diagnóstico, se basa en valores séricos elevados de T4 libre (T4L), T3 o ambos, con valores de tirotropina (TSH) por debajo del límite de la normalidad. Existen cambios de la función tiroidea debidos al envejecimiento y a enfermedades no tiroideas. También debemos tener en cuenta que en ocasiones la T3 puede estar disminuida debido a la edad, o por ejemplo los niveles plasmáticos de TSH y la respuesta al estímulo con hormona estimulante de la tirotropina (TRH) pueden estar disminuidos lo que dificulta el diagnóstico.
Por último, en cuanto a tratamiento se utiliza el yodo radiactivo aunque inicialmente utilizamos tionamidas para controlar la producción de hormonas y conseguir el eutiroidismo. Utilizamos el yodo radiactivo porque es resolutivo y con pocos efectos secundarios. Además de controlar el hipertiroidismo disminuye el tamaño del tiroides. Se recomienda tomas bloqueantes beta porque el tratamiento del hipertiroidismo puede producir agravamiento del mismo por tiroiditis, y estos controlan la frecuencia cardíaca antes y después de las administración del yodo. Las complicaciones que puede generar es el hipotiroidismo que hay que tratar. Los antitiroideos hay que tomarlos 2-3 días antes del yodo y reintroducirlos una o dos semanas después. Y para prevenir la embolización del paciente anticoagular.