La vacunación antigripal en ancianos
Bibliografia: Cosiansi Bai J.C. inmunizaciones aconsejables para
la tercera edad. En: Cosiansi Bai J.C. Conocimientos fundamentales para el
manejo primario del anciano. Ed 1ª. Buenos Aires: Editorial Brujas; 2002.p.
155-157.
La gripe y la infección pulmonar por neumococos continúan
siendo letales en la ancianidad. Producen incremento de la morbimortalidad
especialmente después de los 65 años.
El nivel de defensas desciende a medida que
transcurre el tiempo requiriendo renovar la dosis con una nueva vacunación. La tercera
edad es considerada una etapa de la vida donde se estima que deben renovarse
los valores inmunológicos contra enfermedades previsibles por vacunación.
Las vacunas son preparados de laboratorio en base a elementos
patógenos virales o bacterianos vivos, atenuados o muertos que proveen una
carga de antígenos. Una vez administrados por vía oral o parenteral, facilitan
la aparición de una reacción inmunitaria con respuesta específica al germen o
virus que genera la carga antigénica. El tiempo y las dosis requeridas dependerán
de los tipos de vacunas utilizados.
La vacuna antigripal debe ser administrada en forma genérica
a todos los pacientes ancianos mayores de 60 años, puesto que la gripe
desencadena brotes epidémicos durante la estación invernal. Como inconveniente
pueden presentarse síntomas gripales mínimos y pasar desapercibida o bien desarrollar
un cuadro con la sintomatología clásica, fiebre continua de 39-40 grados con escalofríos
dolor de cabeza permanente en zona frontal y retroocular, intensos dolores
musculares generalizados, adinamia y tos irritativa.
El virus de la gripe hace eclosión con la llegada de
los primeros fríos, en pacientes por lo general institucionalizados y bajo la
forma de brote epidémico. Luego de que el anciano ha contacto con otro paciente
afectado de gripe, pasan hasta tres días. Durante este periodo de incubación,
el anciano tiene su máxima contagiosidad.
La principal complicación es la neumonía gripal que
deteriora rápidamente el estado general, siendo causa de la elevada mortalidad
en personas de más de 65 años.
La administración de la vacuna antigripal debe
hacerse inmediatamente que se disponga de la vacuna pero es preferible en América
efectuar la campaña durante el mes de Marzo y en Europa durante el mes de
Septiembre.
Se requieren de 2 a 4 semanas para que se consigan
en sangre las cantidades de antígenos contra la gripe.