BIBLIOGRAFÍA: López Sierra A. Clasificación de los ancianos. El Anciano Frágil y el Paciente Geriátrico. En: Cervera Díaz MC, Sáiz García J. Actualización en Geriatría y Gerontología (I). 5ºed.. Alcalá la Real (Jaén): Formación Alcalá; 2006. p. 97-104.
CLASIFICACIÓN DE LOS ANCIANOS. EL ANCIANO FRÁGIL Y EL
PACIENTE GERIÁTRICO.
Este
libro me parece bastante interesante y por ello lo he elegido, en principio nos
hace una reflexión acerca de las personas mayores, ya que como dice, estas
personas requieren una atención sanitaria diferente. Pero con esto no quiere decir
que para todos ellos sea igual, pues entre ellos existen grandes diferencias
precisando en cada caso unos servicios y objetivos diferentes y específicos,
por ello es tan importante encauzar al individuo anciano en el nivel asistencial
adecuado siendo necesario conocer correctamente el estado de salud/enfermedad.
A
continuación, nos define la persona mayor
sana, como aquella cuyas características físicas, funcionales, mentales y
sociales corresponden a su edad cronológica. La asistencia es asumida en
Atención Primaria y su objetivo es la prevención. El 15 y el 40% de los
individuos con 70 años carecen de enfermedades objetivables.
Entendemos
por persona mayor enferma, aquella
con patología aguda o crónica, variable en su gravedad, que no suele ser
invalidante y no cumple los criterios del paciente geriátrico. Los objetivos
son asistenciales y preventivos mediante asistencia sanitaria convencional según
la severidad de la enfermedad.
El
paciente geriátrico posee
pluripatología, con incapacidad por su enfermedad, y frecuente patología mental
o problemática social acompañante, suele presentar algún proceso agudo que será
la causa de hospitalización o consulta médica. Se considera la población diana
de los servicios especializados de geriatría, son del 10 hasta el 25% de los
ancianos que ingresan.
Posteriormente
nos habla de los sistemas de clasificación de pacientes, que pretenden describir el producto
de la actividad de una institución social o sanitaria en base a unas
características, previamente consensuadas, de la población que atiende.
Y
por último nos define al paciente frágil
o de alto riesgo, como aquel que presenta una reducción multisistémica en
la capacidad de reserva frente a agresiones externas, que le confieren un
equilibrio inestable por su situación clínica, mental o social y un gran riesgo
de institucionalización. Éstos ante un factor estresor exógeno, aumenta
notablemente la probabilidad de adquirir mayor discapacidad e incluso muerte. La
prevalencia aumenta con la edad, siendo el grupo de mayor afectación cuarta
edad o mayores de 85 años. En estos aumenta la necesidad de servicio para cubrir
las actividades de la vida diaria, teniendo un gran impacto social. Y para
finalizar nos dice que algunas de las causas de fragilidad son: mayor de 80
años, vivir sólo, viudez inferior a un año, entre otras. El objetivo va
dirigido a la prevención en todos sus niveles, siendo responsabilidad, sobre
todo, de la Atención Primaria.