La
gripe y los mayores
Mato
Chaín G. La gripe y los mayores. Asociación Española de Vacunología [En línea].
2005. [Fecha de acceso 26 de noviembre de 2012]. URL disponible en:
He elegido este documento porque me parecía interesante que
centrara el tema de la gripe en el grupo de edad de los mayores de 65 años ya
que esta es precisamente la población en la que se centra nuestra asignatura.
La
gripe es una enfermedad de las vías respiratorias producidas por un virus. La
enfermedad suele comenzar de forma brusca con síntomas como: fiebre, dolor de
cabeza, congestión nasal, dolor de garganta, tos, malestar general, dolores
musculares y articulares, cansancio y en ocasiones, incluso diarrea y vómitos.
Las
personas mayores de 65 años tienen más riesgo de aparición de alguna de estas
complicaciones en caso de padecer la gripe. Este riesgo es todavía mayor si
padecen alguna enfermedad crónica, lo que es relativamente frecuente en este
grupo de edad.
En
este grupo de edad en el que nos estamos centrando se produce el mayor número
de hospitalizaciones relacionadas con la gripe y sus complicaciones. Según
datos, en personas menores de 50 años se produce 0,2-0,3 muertes por cada 100.000
personas mientras que si nos fijamos en los mayores de 60 años vemos que las
muertes ascienden hasta 22,1 por 100.000 personas. En personas
institucionalizadas la mortalidad relacionada con la gripe es aún mayor,
llegando hasta un 2,8% anual. La gripe en España causa 3.000 muertes cada año
por lo que es considerada un problema de Salud Pública importante.
Hay
diferentes formas para prevenir el contagio de esta enfermedad:
- Cubrirse la nariz y la boca cuando se estornude o se tosa y tirar el pañuelo inmediatamente después.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de toser y estornudar.
- Evitar el contacto con personas que padezcan la gripe.
- Si padece la enfermedad, es mejor que esté en casa para no contagiar a nadie.
- Vacunarse contra la gripe es otra de las formas de prevención. La vacunación antigripal es una medida efectiva, además los mayores de 65 años forman un grupo prioritario de vacunación ya que estos tienen mayor riesgo de presentar complicaciones de la enfermedad.
En
la mayoría de los casos la persona enferma de gripe evoluciona bien
recuperándose tras unos días, pero en personas mayores es fácil que existan
complicaciones, llegando incluso a requerir hospitalización para el
tratamiento. Entre las complicaciones de la gripe encontramos la neumonía, la
deshidratación y el agravamiento de enfermedades crónicas como la insuficiencia cardiaca, el asma y la diabetes.
